Scalinata e Chiesa di Trinità dei Monti

La Plaza de España, también conocida como la «Plaza de España», es uno de los lugares más emblemáticos y fotografiados de Roma. Construida entre 1723 y 1726 según un diseño del arquitecto romano Francesco De Sanctis, la escalera fue construida para conectar la Embajada de España con la Santa Sede, situada en Piazza di Spagna, con la iglesia de Trinità dei Monti. La escalera tiene 135 escalones y se caracteriza por una disposición elegante y escénica, lo que la convierte en un ejemplo perfecto de la arquitectura barroca. Es un lugar muy querido tanto por los romanos como por los turistas, gracias también a la vista panorámica que ofrece desde la cima, desde la que es posible admirar una espléndida vista de la ciudad. Cada primavera, la escalera se decora con «azaleas en flor», creando un derroche de color que atrae tanto a fotógrafos como a visitantes. Durante el periodo navideño, acoge un belén tradicional, manteniendo vivas las tradiciones romanas. En los últimos años, la Plaza de España ha sido objeto de varias intervenciones de restauración, la última de las cuales fue financiada por la casa de moda Bulgari en 2016. Hoy en día, la escalera es un patrimonio digno de admiración, pero con respeto: de hecho, está prohibido sentarse en los escalones, una regla introducida para preservar su integridad.

La iglesia de Trinità dei Monti es una de las iglesias más emblemáticas de Roma, situada en lo alto de la famosa Plaza de España. Fundada en el siglo XVI, la iglesia es una obra maestra de la arquitectura renacentista y destaca por sus torres gemelas, visibles desde gran parte de la ciudad. Además de su arquitectura, la Trinità dei Monti es famosa por sus frescos y obras de arte, incluidas las obras de Daniele da Volterra, alumno de Miguel Ángel, y Giovanni Battista Naldini. La escalera que conduce a la iglesia es uno de los lugares más fotografiados de Roma, lo que la convierte en un destino de visita obligada para turistas y peregrinos. Desde lo alto de la escalera, se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de Roma, con la Plaza de España a los pies y una vista panorámica que se extiende hasta San Pedro. La Iglesia de la Trinità dei Monti tiene una historia interesante y variada. Fue construido en 1502 a instancias del rey de Francia Luis XII y, aún hoy, es propiedad de Francia. La iglesia y el convento adyacente fueron confiados inicialmente a la Orden de los Mínimos, fundada por San Francisco de Paula, y luego pasaron a varias comunidades religiosas francesas. En su interior, la iglesia alberga notables obras de arte, entre ellas el famoso fresco de la Deposición de Cristo de Daniele da Volterra, conocido por el dramatismo de sus figuras. Otra característica distintiva es el reloj de sol, un reloj de sol colocado en el suelo, utilizado por los monjes para calcular el tiempo en función de los rayos de luz que atraviesan la nave.